Antes que nada, ¡Feliz 2015!
Dicho esto, y todavía con la resaca de Nochevieja, debemos recordaros aquello de “año nuevo, vida nueva”, aunque este 2015 haya empezado igual que el 2014, con la cabeza dándote vueltas sin control. Pero, a pesar de todo esto, es un hábito reconocido por todos el implacable hecho de que tengamos presente los ya increíblemente famosos propósitos para el nuevo año.
Sabemos que ya puede sonar a postureo del bueno, pero realmente el pensar detenidamente sobre lo que mejoraríamos de nosotros mismos y de nuestro entorno en el siguiente año, así como el despertar de las nuevas oportunidades, nos ayuda a valorar lo que tenemos, lo que queremos conseguir, y lo que queremos apartar de nuestras vidas. Por todo ello, desde LEA queremos valorar su importancia dedicándole un post a este concepto muy extendido en la teoría, pero nada en la práctica.
Y es que, tenemos para mostraros ejemplos de todo tipo, desde los clásicos “tengo que dejar de fumar”, hasta los “en enero me apunto al gimnasio” y otras cosas por el estilo…
Que estos propósitos se quedan en eso, meros propósitos, es algo a lo que ya nos hemos acostumbrado, porque ¿alguien conoce a un familiar o amigo que haya cumplido todas las guías de vida que nos apuntamos al comienzo del año? Bueno sí, sólo aquellos que se proponen no proponerse nada, pero para el caso no nos sirven.
Es por ello que si realmente queremos mejorar y hacer de este 2015 algo inmejorable, lo principal es querer cambiar, y después la fuerza de voluntad para llevarlo a cabo de la mejor manera posible, ¡nunca te rindas!
Porque, ¿por qué no hacer de 2015 tu mejor año?
Etiquetas: 2015, Año nuevo, lea, new year, propositos
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