5 cosas horrorosas que protagonizan la Navidad
Paz, amor, regalos, nieve… pero sobretodo, la Navidad es la época del año hortera por excelencia. No me digas que esta afirmación te pilla por sorpresa ¿O es qué la mezcla de lentejuelas doradas y espumillón no te parece suficiente? A continuación, 5 cosas (aunque no las únicas) que clasificamos como Horrores de la Navidad:
- Los polvorones:
Esos dulces mantecosos son como cualquier edición de Gran Hermano; todo el mundo dice que no le gustan pero año tras año vuelven. El caso, es que aguantan estoicamente en la bandeja, suelen ser los últimos en marchar, pero al final la gula navideña, puede con ellos siendo objeto del reto “dí Pamplona” y causante de algún que otro “pa’ luego”. Vamos a proponer a los fabricantes incluir nuestro hilo dental con cada caja.
- Santa Claus
Hay muchas cosas que podríamos imitar de los extranjeros… Pero ¿Santa Claus?: un tipo con sobrepeso, que viste con pijama de terciopelo rojo y que, por cierto, aterroriza a muchos niños con esa larga barba sospechosa. Con gusto desde LEA le animamos a afeitarse.
- Los villancicos
La zambomba, la pandereta y letras más herméticas que las de Vetusta Morla (¿¿¿yo me remendaba, yo me remendé???). El caso es que las cancioncillas navideñas nos persiguen año tras año… y si juntamos los temidos hilos musicales de centros comerciales con el estado de resaca constante típico de estas fechas, podemos acabar convirtiéndonos en El Grinch. Para remediarlo sin perder una pizca de espíritu navideño, hemos seleccionado 40 ecléticos y molones villancicos para que tus cenas navideñas tengan una genial BSO.
- Los jerséis navideños
Nos declaramos fans de lo vintage… Pero ¿de verdad era necesario que los jerséis de punto con motivos navideños volviesen? Son el walking dead de las prendas ridículas. En serio, señores de las tendencias, ¡retiren esto ya! Pero eso no es todo, porque los gorros con forma de animal (orejas incluidas) también han vuelto ¿Qué está pasando?
- Noche vieja en sí misma
No hace falta que explique mucho mas… el espumillón, cotillones, barra libre. Es como un carnaval pero sin ser conscientes de él. Una noche de traje forzado y recogidos inexplicables, en la cual se justifican más que nunca el uso de lentejuelas. Por cierto, este año los collares voluminosos amenazan (chicas, cuidado con las cervicales). En fin, lo dicho, que no hace falta que explique mucho más…
Pero… a fin de cuentas, ¿qué sería de la navidad sin todos estos elementos? definitivamente, no sería los mismo. Como todas las cosas autenticas, la navidad tiene su propia esencia y entre todos sus aromas, el toque retro-hortera está implícito en esta época del año, así que: ponte lentejuelas, canta el tamborilero como si no hubiese un mañana, ve a la oficina con un jersey de renos y acaba la Nochevieja comiendo churros … ¡¡¡Porque es Navidad!!!
¡¡¡Qué viva la bonita (y a veces horrorosa) Navidad!!!