El barbero moderno
Seguro que a nadie le es indiferente una realidad que está presente en nuestras ciudades y barrios, encontrándolos en nuestras calles, hogares y trabajos. Los podréis reconocer fácilmente por su indumentaria basada en camisas coloridas con un estampado hawainano, muy discreto, propias de cualquier capítulo de Corrupción en Miami (si sentís nostalgia, aquí podéis recordar su banda sonora), y por llevar con merecido orgullo una contundente barba de leñador al estilo vikingo que sobrepasa todas las leyes de la física imaginables, que indiscutiblemente atrae la atención y la fascinación de todo aquel que pase por su lado; si además de todo esto observamos numerosos tatuajes, tenemos a nuestro protagonista de hoy: El Barbero Moderno.
No os llevéis a engaño, han venido para quedarse. Puede que sea una profesión con miles de años de recorrido, e incluso, a modo de curiosidad, os puedo contar que en la época medieval eran reclamados como cirujanos debido a su habilidad y precisión con la cuchilla (si os habéis quedado con ganas de saber más sobre la historia de los barberos, aquí os dejo un post muy interesante La Curiosa y Sangrienta historia de los postes de las barberías). Por ello se hace más necesaria aquella frase de “Renovarse o Morir”. Y claro que no han desaparecido, al contrario, se han revalorizado, llevando el cuidado del hombre a la máxima exponencia, consiguiendo que un simple rasurado se convierta en un arte que se traslada a una experiencia que siempre repiten.
En todo esto nuestro barbero moderno ha tenido mucho que ver, ya que aúna las grandes cualidades de los barberos tradicionales: la importancia del contacto directo con el cliente, la aportación de valor a la estima masculina, y la fidelidad y la obvia confianza que todo usuario deposita en alguien que va a tener una chuchilla a ras de tu cuello; y la modernidad hipstérica que marca tendencia y los convierte en iconos andantes de aquello que su público reclama, siendo los mejores embajadores de su propio trabajo.
Si has seguido leyendo hasta aquí es que quieres ser uno de ellos, no lo niegues. Es por ello, que desde LEA, te damos las claves de cómo pasar de un estilo común y anodino, a llevas tu modernidad por donde quiera que vayas. La clave está en una despreocupación muy bien estudiada, donde tengan que mirarte dos o más veces para descubrir si eres uno de ellos, o simplemente un hipster común. Teniendo esto claro, tu pelo estilo militar y una tupida barba deben ir en concordancia con el aura indie de tu ropa, siendo éstas tu carta de presentación al mundo. Y por último, deja siempre constancia de todos tus outfits en todas las redes sociales que se te ocurran. Para muestra, estas fotos de donde podrás sacar muchas ideas.
Prueba de que este estilo, que podríamos clasificarlo como arreglado-desenfadado, sobrepasa fronteras es el éxito que tienen el barbero Salvador Chanzá (@Lord_JK) o el modelo británico Ricki Hall (@RickiFuckinHall). Al primero podemos considerarlo como el pionero del concepto de la barbería actual en España, donde, desde hace seis años, regenta con gran éxito varios establecimientos, donde la innovación y el cuidado el hombre están siempre presentes (podéis visitar su página web para saber más sobre él); mientras que el segundo ha vivido grandes e inesperados cambios en su vida, pasado de ser mecánico a convertirse en el hombre con el cabello más influyente de Gran Bretaña, e imagen indispensable de numerosas marcas de moda, y cuyo Instagram supone para miles de fans una guía de moda y estilo básica.
La evolución de estos profesionales es la prueba irrefutable de que los oficios tradicionales pueden estar más de actualidad que nunca, siempre y cuando la sepamos adaptar a los gustos y necesidades de los consumidores del mundo de hoy. ¡Demos la bienvenida al Barbero Moderno!
Si al leer este post, además de seguir nuestros pequeños consejos para conseguir unirte a esta tendencia mundial de estilo, te han entrado unas ganas irrefrenables de saber más sobre cómo poder convertirte en uno de estos Barberos Modernos, ¡te decimos que es posible! A continuación os dejamos un vídeo de Salvador Chanzá en donde nos cuenta las posibilidades laborales que se te presentan en este mercado.
Bigotes de cine
El cine se ha convertido en un verdadero rompecabezas. Ya no existen películas de trama fácil, películas donde en la segunda escena ya sabes quién es el bueno, el malo, el tonto y la chica guapa en apuros. ¿Cómo podía ser esto posible? Os preguntaréis. Pues por la caracterización: Un actor con un monóculo sólo puede ser un Lord o un hombre adinerado. El monóculo es al dinero lo que el bigote a la maldad. Los bigotes son el elemento de atrezo por excelencia para representar al villano.
El bigote se ha convertido en símbolo del misterio y la maldad a lo largo de la historia del cine. Los bigotes se han usado para caracterizar todo tipo de personajes; desde villanos, antihéroes, traidores hasta conspiradores y espías. Todos ellos han utilizado este elemento de atrezo para reflejar la psicología del personaje.
Tanto se ha usado este elemento a lo largo de la historia del séptimo arte que incluso podemos asociar a cada estilo de bigote una psicología concreta:
- El bigote mandarín se ha convertido en un estereotipo de los villanos que intentan conquistar el mundo gracias a Rumanche o Ming (Flash Gordon).
- Los personajes con una doble personalidad o una cara oculta suelen llevar un estrecho bigote. Uno de los ejemplos más representativos de estos malos ocultos es el personaje de la saga Star Wars, Landó Calrissian.
- La violencia en el cine también se ha servido de este elemento para remarcar el carácter oscuro del personaje. Sin ir más lejos, uno de nuestros grandes actores nacionales, José Coronado, escondía tras un espeso bigote un carácter…digamos que “complicado”.
Por suerte los bigotes también han despertado sonrisas entre los espectadores. ¿Quién puede olvidar el bigote de Sacha Baron Cohen en Borat? O Sitcoms de actualidad como ‘My name is Earl’ o ‘East Bound and Down’ donde podemos encontrar personajes chulescos, irónicos, que presumen de bigote. Ya lo dice Earl Hickey : ¿Quieres un consejo? Déjate Bigote. Si estos ejemplos no son suficientes hemos consultado el diccionario de antónimos y hemos encontrado a un personaje con ‘bigotito’: