dani rovira y clara lago

Y llegó la noche del cine español. Unos Goyas más renovados que nunca (empezando por el color de la alfombra, que fue rosa; y acabando con el día de celebración, un sábado), se reunían para celebrar uno de los mejores años para el séptimo arte patrio.

La noche comenzó con un claro propósito de enmienda, entonando la canción de “Resistiré” con un tono que demostraba las ganas de hacer de esta gala algo más que una simple entrega de trofeos.

Teniendo este año como maestro de ceremonias al cómico Dani Rovira, era de esperar que la gala estuviera llena de risas y grandes momentos.  Un ejemplo es la muestra de que en 1 minuto (el tiempo máximo que permiten los organizadores para los agradecimientos) da tiempo de sobra para nombrar a todo el mundo y que nadie se sienta excluido del discurso.

En cuanto a los premiados de la noche, decir que no hubo ninguna sorpresa destacable. La isla mínima se hizo enorme, siendo la gran ganadora de la noche llevándose diez estatuillas, incluidas de la de mejor película, mejor director y mejor actor. La película más taquillera de la historia, 8 apellidos vascos, fue recompensada con tres estatuillas para sus actores de reparto y para Dani Rovira como actor revelación.

Y cómo no podíamos hablar de la alfombra roja, esa otra galería de premios donde todas las actrices y actores se juegan el convertirse en los mejores vestidos. Nosotros ya tenemos a nuestros favoritos, ¿y tú?

En definitiva, fue una gala diferente y divertida, llena de grandes momentos y de merecidos protagonistas que consiguieron engrandecer el gran año de la industria cinematográfica española, en donde crítica y público se han reconciliado. Éste, puede ser el inicio de una hermosa amistad, o como dijeron al final de la gala: “Ahora, es el comienzo del segundo tiempo de nuestras vidas”. ¡A disfrutar del cine!

Y en esta semana marcada por San Valentín y, por tanto, llena de amor, no podemos obviar el momento más romántico de la noche, aquel que nos hizo recordar el beso de Casillas a Carbonero en la final del Mundial. Hay nueva pareja que tiene enamorada a nuestras abuelas: ¡Dani Rovira y Clara Lago! Su apasionado beso nos hizo recordar que ganar un Goya puede ser la segunda mejor cosa que te puede pasar en una noche como ésta.