EL MUNDO DESPUÉS DE LAS BARBAS
Y es que no hay moda que dure 100 años… al igual que les pasó a los pantalones de campana, las camisas hawaianas, las chaquetas con hombreras, e incluso a los Bom Bom Chip, todo tiene su punto y final. Circunstancia que no resulta ajena a ninguna tendencia actual, como las barbas, así que para adelantarnos a tal desenlace, imaginemos cómo sería nuestra vida el día en que la tendencia de las barbas haya llegado a su fin.
Todo en el mundo será igual, te levantarás a la misma hora, irás a trabajar, te tomarás tu café de las nueve con esos pastelitos que tanto te gustan… pero sabrás que el fondo todo ha cambiado, cuando vayas a amasarte la espesa barba que tanto te costó tener y mantener y ver que ya no está. Será duro, como si de una ruptura sentimental se tratase, pasarás por muchas fases donde te darás cuenta de que era lo mejor para los dos, y que la suavidad de una cara bien afeitada no la cambiarías por nada.
Ahora llega el momento de decidir qué instrumentos serían los mejores para perder esa barba que fue tu compañera de viaje durante tanto tiempo. Te diremos tres palabras: ¡brocha, espuma, y navaja!
Porque ya que te pones a hacer algo, hazlo bien. Desde LEA te recomendamos que sigas nuestros consejos para conseguir el resultado perfecto:
Ahora ya nada nos aparta de nuestro objetivo de ser un verdadero caballero patrio. Ponte tus mejores galas para demostrar que eres un verdadero “Sir”. Y ya sabes, si quieres destacar, no dejes que ninguna moda pasajera se apodere de tu estilo.
EL REFRANERO DE LAS BARBAS
Las abuelas siempre tienen respuesta para todo, y más en forma de refrán. Siempre sacan de algún lugar de su memoria algún dicho popular ancestral y tenemos que acabar reconociendo que… tienen razón. Qué le vamos a hacer si la sabiduría popular nos gana la batalla por años de experiencia. Además cuando nos veían en la cara que nos habíamos quedado pasmados con la razón de los refranes que nos decían también nos contestaban con otro refrán: “Mujer de lengua certera, mujer refranera”.
Pero seguro que lo que no sabíais es que hay una cantidad considerable de refranes que tienen relación con el afeitado o con las barbas. En LEA hemos querido hacer una pequeña recopilación; desde los refranes históricos, pasando por los más conocidos, los que tiene tintes religiosos o lo más sabios, hay para todos los gustos.
La sotana no hace al cura, ni el afeite la hermosura. Por todos es sabido que la mona vestida de seda, mona se queda. Pues esta es la versión más desactualizada del mismo refrán. Con el cura pasa lo mismo, no porque alguien se ponga sotana se va a convertir en cura. Así que, ¿no te afeites porque no vas a estar más guapo? Desde Lea creemos que sí que puedes estar más elegante con un buen afeitado.
Más vale mal afeitado que bien desollado. Que la experiencia es un grado lo sabe todo el mundo y desde LEA queremos deciros que no tenéis por qué lucir malos afeitados ni grandes desollados. Todo es tener un poco de cuidado y práctica, que seguro que merece la pena por un buen afeitado apurado.
Y entre afeitado y afeitado siempre nos pasa lo mismo. Que el día que (¡da la casualidad!) no te has afeitado recibes una visita inesperada. El día que no me afeité, vino a casa quien no pensé. ¿Cuántas veces nos ha ocurrido esto? El caso es que seguimos sin aprender a estar preparados para cualquier imprevisto. Hay que estar siempre listos para cualquier situación que pudiese surgir. ¿Habéis tomado nota no?
Barba remojada, medio afeitada. O cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar. Hoy en día tiene una connotación moralizante y se utiliza para enfatizar que no estamos exentos de asumir la responsabilidad de nuestros actos, especialmente cuando otros la están asumiendo por actos similares. Pero este refrán tiene su origen en las barberías. Cuando comenzaban a afeitar la barba a quién iba antes, debías poner tus barbas a remojar. Era la señal que indicaba que el siguiente serías tú en ser afeitado. Por eso, barba remojada, casi afeitada.
Y para subir la moral tenemos el siguiente refrán: A barbas de indio, navaja de criollo. A grandes males grandes remedios. Y este es el refrán que lo confirma, contra las barbas de indio, persistentes y muy resistentes lo mejor son las navajas de criollo, más duras e insistentes. El tópico en el que se apoya este refrán es que no hay mal sin solución.
Y para terminar, un consejo sobre cómo elegir, tanto fruta como hombre. A la fruta verde y al hombre barbado, darle de lado. La verdad es que poco más se puede añadir. En la selección hay que dejar de lado la fruta poco madura y al hombre que luzca barba. Por algo será…
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¿Por qué ha vuelto el afeitado clásico?
Últimamente desde nuestro perfil en Twitter hablamos mucho de estilo, moda y en general, de cómo el hombre está logrando que el foco también se centre en la vertiente masculina, que durante algún tiempo se ha mantenido en la sombra. ¡Y por fin! Blogs, influencers, diseñadores, estilistas… muchos, centran su atención en la estética masculina, ¡porque nosotros también somos tendencia!
Un cambio, que en algunos casos implica un “regreso”, y aquí es donde aparecen casos como el afeitado clásico o la proliferación del tradicional negocio de las barberías. El hombre ha sido considerado descuidado durante algún tiempo, pero lo cierto es que a nosotros también nos gusta cuidarnos y tener nuestros rituales de belleza ¿Por qué no decirlo?
Muchos de nosotros hemos encontrado en el afeitado clásico este acto ideal que combina relax, estilo y mimo. Y por supuesto, que decir de ese momento de disfrute personal en el que uno se pone en manos de un escultor de rostros bajo la técnica de la navaja y la brocha en una estupenda barbería.
La clave de volver al afeitado clásico, también responde una cuestión de resultados. Cuando se dispone de algo más de tiempo es interesante intentar obtener los mejores resultados. El afeitado con brocha tiene mayores propiedades exfoliantes que ayudan a conseguir una piel más lisa y suave, además ayuda a alisar el pelo, de tal forma que se logra un corte más depurado.
Por otro lado los jabones o cremas usadas para este tipo de afeitado, conocido como wet shaving, pues la espuma se consigue tras una emulsión con agua, tienen propiedades que ayudan a proteger la piel, mejoran el deslizamiento, aportan una gran hidratación y además consiguen impregnar la piel con el aroma del producto ya sea mentolado, sándalo…
Lo de la navaja o la cuchilla, ya es cuestión de la destreza, el tiempo disponible o la afición (si no la tienes, te aconsejamos que antes leas este post).
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