Benditas rutinas veraniegas. Llevas todo el año esperando que lleguen las vacaciones para cambiar las rutinas aburridas por las estivales. Cada uno tiene sus preferidas, aquí van las nuestras:
- Levantarse sin despertador.
Uno de los grandes placeres veraniegos es levantarse tarde. Apaga el despertador hasta septiembre, y no mires el reloj en todo el día. ¡Ha llegado el momento de trasnochar!
- Chapuzones en la playa.
Hola olas. Saca al niño que llevas dentro, nada, salta, pasea, haz castillos… Exprimir la playa al máximo será tu único objetivo este verano. A falta de playa también vale lanzarse a la piscina.
- Siestas a la sombra.
A las 3 de la tarde el mundo se para, sobre todo en agosto. Hace calor para todo, menos para dormir la siesta. Siestas infinitas en las que se duerme todo lo que no se ha dormido durante el año. Si es con ventilador, mejor.
- Fiestas de verano.
Todas valen: en la piscina, en la playa, en el pueblo, en el hotel. Lo importante es bailar como si no hubiera un mañana, lucir afeitado o barba perfecta y cantar todas las canciones del verano. Hasta las que no te sepas.
- Cuidado de la barba.
Es una rutina que no hay que perder. El cloro, el sol y el sudor estropean la barba. Pero no te preocupes, el champú para barba y el serum de LEA serán tus aliados este verano.
- Recuperar el tiempo perdido.
Nada de mirar el mail ni los Stories ajenos. Mejor disfrutar de tus propias historias. Haz planes a todas horas y disfruta cada momento del verano. Y cuando llegue septiembre, a pensar en el verano que viene.
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