Agosto. Ya ha llegado, ya es tuyo, ¡sujétalo! Durante 11 meses no sabes lo que es eso, los fines de semana son un sucedáneo que apenas aplaca tu estrés. Ahora puedes amasar con los dedos el tiempo libre y moldear a tu antojo el día y la noche sin prisas, por fin.
Sobre todo puedes disfrutar de pequeños pero inmensos placeres cotidianos, porque este puede ser un verano inolvidable.
1. Escribe a los amigos olvidados. Están ahí y lo sabes, y les alegrará inmensamente recibir noticias tuyas. Un email o mejor aún, una carta en papel.
2. Trágate una serie del tirón. Enciende el ventilador, apaga el teléfono y no te levantes hasta el episodio final. Mejor con palomitas.
3. Cambia de look. Pelo rojo, pajarita, bombachos y bigote inglés, afeita tu barba o tíñela ¡carpe diem!
4. No saludes a los vecinos que odias. Aprovecha ese cambio de look para pasar desapercibido.
5. Recorre las calles de tu ciudad, deja tu huella descalza en la playa, alcanza cimas y miradores. Pisa fuerte.
6. Desayuna fuera. Sin prisas, con un periódico (mejor local) o un libro, dulce o salado, o todo a la vez.
7. Mira las estrellas. Y aprende a distinguir constelaciones, quién sabe si hay vida ahí fuera.
8. Haz algo artesano. Reciclar una estantería vieja encierra más sabiduría de lo que imaginas.
9. Regresa a casa por otro camino. ¿Y qué importa si tardas más en llegar?
10. Pasa una tarde con tu madre. Y luego pasa una noche loca.
11. Evita los turistas aunque seas uno. Tranquilo, tú eres diferente.
12. Vuelve a una verbena. Y no te vayas sin bailar un agarrao.
13. Desempolva los discos de antaño. Y escúchalos viajando en el tiempo.
14. Imprime en papel las fotos del verano pasado. Este año estás mejor.
15. Batalla con el sol. hidrata, nutre y cuida tu rostro, cuerpo, bigote y/o barba como si no hubiera un mañana.
Que lo disfrutes, nos vemos en septiembre.
Fuentes: https://giphy.com
Deja una respuesta